miércoles, 13 de noviembre de 2013

Amarilla...

" Y me dieron ganas de decirle muñeca no quiero problemas, sólo quiero oler tu perfume, sólo quiero pasar la tarde junto a ti, sólo quiero que hablemos y que nuestras palabras se vayan con el humo azul de nuestros cigarrillos. Muñeca, sólo quiero meterme un poquito mas allá de tus olorsitos (...). Me habló y su aliento me pareció que olía a como debía de oler el aliento de Marilyn Monroe: a rosas rojas en medio de la lluvia. Esta mujer que estaba a mi lado expulsaba palabras que olían a tinte dorado, a faldas blancas, a cigarrillos rubios con café y brandy." 



No hay comentarios:

Publicar un comentario